CHAMANES DE PLASTICO.-

Cada día se escucha con mayor frecuencia la palabra chamanismo seguida o acompañada  de otras que poco o nada tienen o deberían tener con el verdadero chamanismo.

Es tan frecuente encontrar o escuchar frases como “curso de chamanismo” “taller de formación chamánica” “sanación chamánica personal”   “sanación chamánica personal a distancia” y etc, etc, etc.

Lo más lamentable es que todas estas frases están ligadas a verdaderos sucesos comerciales; organizaciones a veces familiares, a veces de simples amistades en donde se distribuyen roles y funciones para montar determinadas ceremonias que persiguen un único fin u objetivo: recaudar dinero, carentes de una tradición de conocimiento.

Al igual que una flor no nace en un día, y necesita su tiempo para adquirir fuerza y belleza, así el buscador del entendimiento debe hacerlo, pasando por una serie de experiencias personales que le abran la mente, y con el propio sufrimiento y sacrificio; ser un hombre especial, que se comunica con OTRAS REALIDADES.

Hoy tarde de sábado, vi un documental sobre la búsqueda de un "joven" argentino que se va a Perú a encontrar cierto camino iniciático en cierta comunidad que dice ser la de los últimos Incas. La verdad, que el "remix" de Castaneda, Jodorowsky, que el Pacu - chaman- le da al joven, todo muy bien orquestado para que parezca un camino de unos días de conocimiento en las montañas, insulta la inteligencia del verdadero buscador.

El Pacu, sí se ve que es hombre de sabiduría, pero no la da, se "inventó" su cosmogonía para hacer cursos, y dar iniciaciones hasta on line. Y esto no es chamanismo, puede ser una terapia de tratamiento, de un hombre con psicología de la vida, pero no de un sacerdote de una antigua religión.

Quién ha recorrido las sendas de Perú, México, Bolivia, "SABE" que no tienen muy buenos recuerdos, ni muy buena vibración con los ESPAÑOLES, no nos ven bien, y es normal, hemos liado muchas desgracias por aquellos sagrados lares. Eso el pueblo de a pie, mucho más si es un hombre sagrado, custodio de una tradición ancestral, que a golpe de CRUZ, ESPADA Y LÁTIGO hemos casi que aniquilado.