Lo esencial del Shinto es comprender la Gran Naturaleza, y hacer todo lo posible para protegerla, restaurarla, mejorarla y conservar el medio ambiente natural.
Los santuarios originales Shintō eran arboledas; esto desarrolló un sentido reverencial de lo sagrado (sobre todo en árboles, plantas, animales, bosques, lagos, arroyos, montañas, y toda la materia natural, sino también, por supuesto, también en los seres humanos).
El Shinto enseña a vivir en armonía con la naturaleza, pues no estamos por encima, más allá o separados de la misma, tal como suelen enseñar en occidente.
Después de escribir muchos artículos sobre Shinto; Silvia Llonch los fue recuperando todos, y de ellos surgió este pequeño libro, que esperamos sea de vuestro gusto, y os ayude a comprender la religión, bueno, mejor expresado, el sentimiento de rendir culto a la naturaleza.
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